Tema 11.3: Cómo elaborar diagnósticos escolares
Buenas noches a todos nuestros seguidores,
estudiantes, profesionales y personas curiosas. Comienzo dándoles las gracias a
todos ustedes por más de 6000 visitas a nuestra página. Aún falta por publicar
videos instructivos sobre todos los temas ya explicados, cosa que aún está en proceso de producción, tomando en cuenta que nuestro equipo de trabajo está conformado
sólo por 2 integrantes. Pedimos disculpas también por la tardanza debido a la infinidad de problemas con Blogger para poder publicar contenidos con imágenes y se han hecho más de 100 intentos para publicar sin errores, situación que se nos escapa de las manos, mas aún así lo logramos.
Por cierto, habíamos olvidado en la 2da parte de este tema colocar la matrícula de estudiantes que nos servirá de ejemplo para las 3 partes de este tema, así que para evitar dudas, la colocaremos aquí de esta manera:
Por cierto, habíamos olvidado en la 2da parte de este tema colocar la matrícula de estudiantes que nos servirá de ejemplo para las 3 partes de este tema, así que para evitar dudas, la colocaremos aquí de esta manera:
3) Diagnóstico del estudiante: Según el Sistema Educativo Bolivariano y las leyes establecidas
por la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA 2007),
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV 1999) y la Ley
Orgánica e Educación (LOE 2009), nos queda por explicar lo que sería el
diagnóstico del estudiante, ya que hemos partido de lo macro a lo micro.
Este diagnóstico consta en una descripción
detallada sobre cada estudiante de nuestro salón de clases, partiendo de
ciertos lineamientos o pautas para la elaboración de la misma, seamos pasantes
en alguna institución educativa o estemos ejerciendo ya nuestra profesión como
docentes. Por lo general, cuando somos nuevos en la realidad educativa tendemos
a solicitar ayuda al docente encargado de ése salón de clases para obtener
algunos de los datos necesarios para nuestra redacción. Conseguimos aspectos
como:
-
Aspectos fisiológicos: Aquí
debemos anotar nuestras apreciaciones sobre si alguno de los estudiantes padece
de algún impedimento en cuanto a la fisiología respecta. Algunos de
éstos pueden ser: dificultades auditivas, visuales como miopía,
daltonismo o antigmatismo; si sufre de incontinencia, obesidad, hipertensión,
o cualquier afección que pueda limitar
su jornada académica diaria. Normalmente el docente encargado del aula
nos facilita esta información o al menos buena parte de ella.
Por ejemplo: “1 de los estudiantes posee miopía leve, lo
cual conlleva al estudiante a sentarse en los puestos delanteros; 1 de los
estudiantes presenta obesidad tipo II, por lo que padece de hipertensión. El
resto de los estudiantes no presenta dificultad alguna en cuanto a la
fisiología.”
- Aspectos cognitivos: Es este factor plasmamos datos referentes a si el
estudiante padece de alguna dificultad de aprendizaje o no, como la dislexia (interpretación en el lenguaje escrito, confundiendo la “B” por la “D” o la “P” por la “Q"), la alexia (comprensión de letras y
palabras), la agnosia (reconocimiento
de cosas y personas), discalculia
(dificultades en el área de cálculos aritméticos), entre otros. Así de simple y
sin enredos. Este aspecto lo podemos obtener de 2 maneras: consultando al
docente del aula o por medio de un proceso de observación asistemático. Éste
último nos revela resultados parciales o incompletos, puesto que no conocemos
la vida del estudiante y en el momento estaríamos visitando el plantel por
segunda vez máximo como para sacar conclusiones superficiales.
NOTA: Según
lo establecido en el reglamento de la UNERMB (1984, el único que hay por ahora), se indica que en la Práctica de
Ensayo (VIII semestre) y Práctica de Orientación y Promotor Social (IX
semestre), el pasante deberá asistir
por lo menos 1 vez por semana a la escuela laboratorio; y en Práctica Docente
Intensiva, 2 días por semana.
Por ejemplo: “Aproximadamente 6 de los 15
estudiantes poseen necesidades cognitivas. 3 de ellos: Edward, Paola y Lester
presentan dificultades en la escritura (agrafia);
Wladimir y Cecilia poseen dificultades a la hora de entender los contenidos de
matemática, impidiéndoles realizar ejercicios básicos con normalidad (discalculia); y Abelino presenta un
caso leve de dispraxia, el cual entorpece
en ciertas ocasiones su jornada académica diaria”.
- Aspectos afectivos: Aquí redactamos el comportamiento de los estudiantes
tanto con el pasante como con el docente del aula y el nivel de convivencia con
sus compañeros de clase. Para su redacción, es necesario observar
detalladamente a los estudiantes y así determinar quiénes son los que tienen
buen comportamiento, cuáles son los desordenados, cuáles son los tranquilos y
quién o quiénes son los abusivos del salón (infortunadamente esto nunca falta
en un aula).
Por ejemplo: “10 de los 15 estudiantes son afectuosos con
el docente del aula, comparten con sus compañeros de clase y suelen trabajar en
equipo; 3 de ellos suelen “formar la anarquía” en el aula cuando el docente
sale por unos minutos y con frecuencia le faltan el respeto al pasante y el
resto suelen agredir física y verbalmente a sus compañeros de clase con
frecuencia inclusive en presencia del docente de aula. A dichos estudiantes se
les ha citado a sus padres o representantes para tratar la situación
presentada”.
- Aspectos motrices: En este elemento redactamos sobre la motricidad fina (prensiones o agarres que facilita actividades de precisión. Por ejemplo, abotonar una camisa o tomar un alfiler con dos dedos) o motricidad gruesa (correr, saltar, empujar, arrojar, etc.) del
estudiante y si tiene alguna dificultad para poder aplicarlas.
Por ejemplo: “14 de los estudiantes no poseen dificultad
alguna en cuanto a motricidad y 1 de ellos posee dificultades en la motricidad
gruesa debido a que padece de obesidad tipo II y le impide realizar
satisfactoriamente las actividades de Educación física”.
- Aspectos socioeconómicos: Como lo indica su nombre, aquí explicamos como se
encuentran los estudiantes del salón de clases en los niveles sociales y
económicos. Se precisan detalles como el tipo de vivienda donde convive el
estudiante con sus padres o representantes, si pertenecen a una clase baja,
media o alta. Con el desarrollo de este aspecto en particular, podemos
determinar el comportamiento del estudiante en las jornadas académicas, es
decir, si es humilde, si es problemático y por cuáles razones, si posee
determinación por aprender lo mejor del docente, si ignora a sus compañeros por
su condición social (los que desde nuestra infancia llamamos coloquialmente
como “sifrinos”). Este contenido suele ser facilitado por el docente encargado
del aula, ya que es el que tiene más contacto con los estudiantes.
Por ejemplo: “La mayoría de los
estudiantes, aproximadamente el 80% provienen de la clase socioeconómica baja,
el cual ocasiona problemas a nivel doméstico, entre ellos el abandono de hogar
y la violencia intrafamiliar. El otro 20% pertenece a la clase socioeconómica
media”.
- Rendimiento académico: Como su nombre lo indica, aquí redactamos características
propias sobre el desenvolvimiento del estudiante en materia de aprendizaje,
conocimientos adquiridos, constancia y dedicación a la hora de realizar
actividades escolares y si es aplicado o apático.
Por ejemplo: “Con lo mencionado
previamente se concluye que los problemas familiares repercuten en el
rendimiento académico de los estudiantes. Sin embargo, con diversas actividades
afectivas como fue mencionado en el aspecto afectivo, se puede modificar parte
de estas situaciones para mejorar el rendimiento escolar de los estudiantes
afectados”.
Y con estos datos, damos por finalizado
nuestro diagnóstico del estudiante y estamos listos para empezar a redactar
nuestro Proyecto de Aprendizaje junto a los planes de clase que ejecutaremos.
¡Hasta pronto!
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