viernes, 5 de julio de 2013

Tema 11: Cómo elaborar diagnósticos escolares (Parte 3)

Tema 11.3: Cómo elaborar diagnósticos escolares

   Buenas noches a todos nuestros seguidores, estudiantes, profesionales y personas curiosas. Comienzo dándoles las gracias a todos ustedes por más de 6000 visitas a nuestra página. Aún falta por publicar videos instructivos sobre todos los temas ya explicados, cosa que aún está en proceso de producción, tomando en cuenta que nuestro equipo de trabajo está conformado sólo por 2 integrantes. Pedimos disculpas también por la tardanza debido a la infinidad de problemas con Blogger para poder publicar contenidos con imágenes y se han hecho más de 100 intentos para publicar sin errores, situación que se nos escapa de las manos, mas aún así lo logramos.

  Por cierto, habíamos olvidado en la 2da parte de este tema colocar la matrícula de estudiantes que nos servirá de ejemplo para las 3 partes de este tema, así que para evitar dudas, la colocaremos aquí de esta manera:



3) Diagnóstico del estudiante: Según el Sistema Educativo Bolivariano y las leyes establecidas por la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA 2007), la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV 1999) y la Ley Orgánica e Educación (LOE 2009), nos queda por explicar lo que sería el diagnóstico del estudiante, ya que hemos partido de lo macro a lo micro.

   Este diagnóstico consta en una descripción detallada sobre cada estudiante de nuestro salón de clases, partiendo de ciertos lineamientos o pautas para la elaboración de la misma, seamos pasantes en alguna institución educativa o estemos ejerciendo ya nuestra profesión como docentes. Por lo general, cuando somos nuevos en la realidad educativa tendemos a solicitar ayuda al docente encargado de ése salón de clases para obtener algunos de los datos necesarios para nuestra redacción. Conseguimos aspectos como:

-   Aspectos fisiológicos: Aquí debemos anotar nuestras apreciaciones sobre si alguno de los estudiantes padece de algún impedimento en cuanto a la fisiología respecta. Algunos de éstos pueden ser: dificultades auditivas, visuales como miopía, daltonismo o antigmatismo; si sufre de incontinencia, obesidad, hipertensión, o  cualquier afección que pueda limitar su jornada académica diaria. Normalmente el docente encargado del aula nos facilita esta información o al menos buena parte de ella.

Por ejemplo: “1 de los estudiantes posee miopía leve, lo cual conlleva al estudiante a sentarse en los puestos delanteros; 1 de los estudiantes presenta obesidad tipo II, por lo que padece de hipertensión. El resto de los estudiantes no presenta dificultad alguna en cuanto a la fisiología.”

- Aspectos cognitivos: Es este factor plasmamos datos referentes a si el estudiante padece de alguna dificultad de aprendizaje o no, como la dislexia (interpretación en el lenguaje escrito, confundiendo la “B” por la “D” o la “P” por la “Q"), la alexia (comprensión de letras y palabras), la agnosia (reconocimiento de cosas y personas), discalculia (dificultades en el área de cálculos aritméticos), entre otros. Así de simple y sin enredos. Este aspecto lo podemos obtener de 2 maneras: consultando al docente del aula o por medio de un proceso de observación asistemático. Éste último nos revela resultados parciales o incompletos, puesto que no conocemos la vida del estudiante y en el momento estaríamos visitando el plantel por segunda vez máximo como para sacar conclusiones superficiales.

NOTA: Según lo establecido en el reglamento de la UNERMB (1984, el único que hay por ahora), se indica que en la Práctica de Ensayo (VIII semestre) y Práctica de Orientación y Promotor Social (IX semestre), el pasante deberá asistir por lo menos 1 vez por semana a la escuela laboratorio; y en Práctica Docente Intensiva, 2 días por semana.   

Por ejemplo: Aproximadamente 6 de los 15 estudiantes poseen necesidades cognitivas. 3 de ellos: Edward, Paola y Lester presentan dificultades en la escritura (agrafia); Wladimir y Cecilia poseen dificultades a la hora de entender los contenidos de matemática, impidiéndoles realizar ejercicios básicos con normalidad (discalculia); y Abelino presenta un caso leve de dispraxia, el cual entorpece en ciertas ocasiones su jornada académica diaria”.

- Aspectos afectivos: Aquí redactamos el comportamiento de los estudiantes tanto con el pasante como con el docente del aula y el nivel de convivencia con sus compañeros de clase. Para su redacción, es necesario observar detalladamente a los estudiantes y así determinar quiénes son los que tienen buen comportamiento, cuáles son los desordenados, cuáles son los tranquilos y quién o quiénes son los abusivos del salón (infortunadamente esto nunca falta en un aula).

Por ejemplo: “10 de los 15 estudiantes son afectuosos con el docente del aula, comparten con sus compañeros de clase y suelen trabajar en equipo; 3 de ellos suelen “formar la anarquía” en el aula cuando el docente sale por unos minutos y con frecuencia le faltan el respeto al pasante y el resto suelen agredir física y verbalmente a sus compañeros de clase con frecuencia inclusive en presencia del docente de aula. A dichos estudiantes se les ha citado a sus padres o representantes para tratar la situación presentada”.

- Aspectos motrices: En este elemento redactamos sobre la motricidad fina (prensiones o agarres que facilita actividades de precisión. Por ejemplo, abotonar una camisa o tomar un alfiler con dos dedos) o motricidad gruesa (correr, saltar, empujar, arrojar, etc.) del estudiante y si tiene alguna dificultad para poder aplicarlas.

Por ejemplo: “14 de los estudiantes no poseen dificultad alguna en cuanto a motricidad y 1 de ellos posee dificultades en la motricidad gruesa debido a que padece de obesidad tipo II y le impide realizar satisfactoriamente las actividades de Educación física”.

- Aspectos socioeconómicos: Como lo indica su nombre, aquí explicamos como se encuentran los estudiantes del salón de clases en los niveles sociales y económicos. Se precisan detalles como el tipo de vivienda donde convive el estudiante con sus padres o representantes, si pertenecen a una clase baja, media o alta. Con el desarrollo de este aspecto en particular, podemos determinar el comportamiento del estudiante en las jornadas académicas, es decir, si es humilde, si es problemático y por cuáles razones, si posee determinación por aprender lo mejor del docente, si ignora a sus compañeros por su condición social (los que desde nuestra infancia llamamos coloquialmente como “sifrinos”). Este contenido suele ser facilitado por el docente encargado del aula, ya que es el que tiene más contacto con los estudiantes.

Por ejemplo: La mayoría de los estudiantes, aproximadamente el 80% provienen de la clase socioeconómica baja, el cual ocasiona problemas a nivel doméstico, entre ellos el abandono de hogar y la violencia intrafamiliar. El otro 20% pertenece a la clase socioeconómica media”.

- Rendimiento académico: Como su nombre lo indica, aquí redactamos características propias sobre el desenvolvimiento del estudiante en materia de aprendizaje, conocimientos adquiridos, constancia y dedicación a la hora de realizar actividades escolares y si es aplicado o apático.

Por ejemplo: Con lo mencionado previamente se concluye que los problemas familiares repercuten en el rendimiento académico de los estudiantes. Sin embargo, con diversas actividades afectivas como fue mencionado en el aspecto afectivo, se puede modificar parte de estas situaciones para mejorar el rendimiento escolar de los estudiantes afectados”.

   Y con estos datos, damos por finalizado nuestro diagnóstico del estudiante y estamos listos para empezar a redactar nuestro Proyecto de Aprendizaje junto a los planes de clase que ejecutaremos. ¡Hasta pronto!


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